El período de floración se da en las plantas de cannabis fotoperiódiocas regulares o feminizadas cuando las horas de luz disminuyen, en exterior al final del verano y en interior al ajustar el timmer en 12h de luz-12h de oscuridad.
En el caso de las plantas autoflorecientes, comienzan el ciclo a partir de la tercera a cuarta semana de crecimiento. Esto se puede retrasar si se realizan podas, aunque no es recomendable ya que disminuirá su producción (en mi experiencia personal a las plantas automáticas mejor no tocarlas).
Es una fase de suma importancia en el ciclo del cannabis en la cual la planta necesita más nutrientes durante estas 7 a 9 semanas, en las cuales debemos aumentar las cantidades de fósforo y potasio como así también los carbohidratos y azúcares. Según la cepa a cultivar la duración varía: cepas mas índicas tendrán una floración más corta mientras algunas sativas lo harán en 11 a 12 semanas hasta su correcta maduración.
Primera y segunda semana
Una semana antes de finalizar el período vegetativo debemos comenzar a utilizar bioestimulantes de floración. Los mismos ayudarán a acelerar la formación de cálices y flores durante la primer y segunda semana de floración. Durante esta etapa iremos aumentando progresivamente la EC (electroconductividad). Es aquí cuando se produce el strech, donde veremos crecer nuestra planta del doble al triple de su tamaño.
En estas dos semanas también continuaremos abonando con nitrógeno pero en dosis mínimas.
Tercer, cuarta y quinta semana
Finalizado el período de stretch (o estiramiento) comienza la formación de las inflorescencias o cogollos, así también como los primeros tricomas y terpenos de tu planta, por lo cual es muy importante que si queres un cultivo discreto cuentes con filtros de carbón.
En la tercera semana los aportes de fósforo potenciarán la floración y el crecimiento de nuevos cálices. El aporte de potasio, entre otras cosas, ayuda a aumentar el tamaño del tallo y ramas para sostener a los futuros cogollos.
Durante la cuarta y quinta semana deberemos estar especialmente atentos a las carencias que nos pueda mostrar nuestra planta. Es normal que las hojas bajas se debiliten ya que la planta comienza a usar las reservas del nitrógeno. Su color pasará de verde a amarillo y marrón. Es poco habitual, pero se pueden llegar a presentar carencias de microelementos como calcio (Ca) y magnesio (Mg), dando como resultado manchas en las hojas.
Otro punto muy importante a tener en cuenta es la sobrefertilizacion de fósforo, la cual se presentan en forma de garra hacia abajo en la hoja y quemaduras en los extremos. Tener en cuenta medir el residuo de la maceta siempre una vez que regamos debido a que su EC o pH nos indica el estado del sustrato.
Sexta, séptima y octava semana
En esta etapa se da la maduración de los tricomas y deberemos proceder a realizar el lavado de raíces. Las flores siguen aumentando de peso hasta que llega al punto en el que deberemos cosecharla.
Si las flores serán combustionadas, es importante hacer un lavado de raíces para eliminar los nutrientes de la materia vegetal (las hojas) y permitir que queme mejor.
En cambio, si van a ser destinadas a realizar extracciones, no es necesario realizarlo ya que los nutrientes quedan únicamente en la materia vegetal y no se trasladan hacia los tricomas (la resina). Es decir, si vas a extraer rosin o hacer aceite, no necesita el lavado (incluso en medicinales).