Este año, la convocatoria que se hace en todo el mundo para reclamar la legalización del autocultivo de marihuana será a través de las redes.
Frente al aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Marcha Mundial de la Marihuana cambió las calles por las redes. En un año crucial para los debates en torno a la planta, que arrancó con una primera apertura gubernamental en torno a su regulación, los usuarios de cannabis mantuvieron en pie esa fecha icónica que es el primer sábado de mayo de cada año, día en que la marcha se realiza en simultáneo en distintas partes del mundo. Una multiplicidad de hashtags será entonces el espacio desde el que se replicarán consignas y se llevarán adelante diversas actividades: #MarchaMarihuana2020, #AutocultivoYa, #MMM2020, #GMM2020, #CannabisLegalYa, #BastaDePresxsPorCultivar #ArgentinaLegal y #CannabisAlCongreso serán algunos de ellos. Un nuevo escenario para los mismos reclamos.
“Esto lo hacemos porque no podemos poner el cuerpo en la calle, pero no por eso lo vamos a sacar de la lucha”, asegura Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva Argentina. “Con la misma responsabilidad de siempre queremos visibilizar la urgencia de que el Estado regule la marihuana. Es algo que se hace mucho más necesario en estos momentos de pandemia, en los que los tratamientos con cannabis son esenciales para sostener la calidad de vida de miles de personas que se encuentran cultivando para su salud”.
A la par de una regulación necesaria para poder garantizar los usos medicinales de la planta, los ejes principales de la jornada seguirán siendo la no criminalización de los usuarios y la tenencia de drogas para consumo personal. En ese sentido, más de cincuenta ONG nucleadas dentro del Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis –provenientes del campo de los derechos humanos, la educación, la seguridad y la salud mental–, señalan que estos debates deben darse a partir de criterios anclados “en la salud pública y no en el libre mercado”, a diferencia de lo que ocurrió en torno al alcohol y el tabaco. Desde ese espacio proponen el autocultivo como primera medida para garantizar el acceso a la planta y un posterior apoyo en clubes sociales para el cultivo de cannabis, replicando modelos que hoy funcionan en países como Canadá, Uruguay, Bélgica y España.
El año pasado, la Marcha Mundial de la Marihuana reunió en Argentina a más de doscientas mil personas –que se movilizaron en 25 ciudades de todo el país–, amplificada por la cantidad cada vez mayor de enfermedades para las que el cannabis se convirtió en un tratamiento efectivo y a causa del crecimiento constante en la apertura de causas penales a los usuarios. En los últimos años, según un informe realizado por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos –organismo que depende de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires–, las causas por tenencia para consumo personal aumentaron en un 60%.
“Todavía no sabemos cuál va a ser la convocatoria de este año. Es algo completamente nuevo para todos nosotros. Vamos a extrañar mucho las calles”, dice Valeria Salech. “Esperamos instalar el tema en las redes durante todo el día y seguir con cada reclamo y esta tradición de marchar de la forma en que se pueda. Para nosotras siempre la marcha tuvo que ver con una alegría desobediente. En este contexto mundial en el que los cuidados se pusieron en el centro de todos los debates, es importante que se entienda que quienes necesitamos cultivar cannabis lo hacemos para cuidarnos, a nosotras y a nuestras familias. Nosotras cultivamos para cuidar”.
Fuente: Página 12. Por Diego Fernández Romeral