Las variedades de marihuana autoflorecientes son más fáciles de cultivar y por ello muchos cultivadores primerizos eligen autos en lugar de las cepas normales de fotoperíodo. Con etapas de floración rápidas y grandes rendimientos para su tamaño, pueden resultar un poco intimidantes porque son menos tolerantes a los fallos que las plantas tradicionales. Sin embargo, conociendo unas pequeñas reglas se puede garantizar una buena producción con poco esfuerzo. Te damos unos consejos que te servirán para lograrlo.
Planifica con anticipación
Dado que las variedades autoflorecientes tienen un ciclo de vida predeterminado, debes planificar tu cultivo (tipo de sustrato, la ventilación, la iluminación…) con anticipación y hacer todo lo posible para maximizar su desarrollo. Desde el día en que pones las semillas a germinar, el reloj empieza a correr y cada error que cometas dará como resultado un rendimiento más bajo. Así que ten cuidado y haz una planificación adecuada antes de ponerte a plantar.
El verano es para las autoflorecientes
La época estival es cuando mejor funcionan las autos en exterior porque coinciden una serie de factores que permiten que se desarrollen en las mejores condiciones. En este periodo del año el sol brilla e ilumina con más potencia, por lo que la radiación solar que reciben las hojas es mayor. Lo mismo que ocurre con la intensidad lumínica. Si a esto le sumamos que esa luminosidad está presente durante más horas a lo largo del día, ¿cuál es el resultado? Que su capacidad productiva se dispara alcanzando más altas cotas.
No las trasplantes
A las autoflorecientes no les gustan los trasplantes porque este proceso las estresa y se ralentiza su crecimiento. Por eso debes cultivar las plantas desde el principio en su maceta final. Es mejor darle espacio usando macetas de entre 5 a 20 litros, para que sus raíces puedan expandirse. La etapa vegetativa durará unos 25 días aproximadamente, a partir de este punto la planta comenzará a florecer aunque no por ello parará de crecer. Normalmente seguirá aumentando su tamaño hasta el día 45 aproximadamente.
No es necesario cambiar el ciclo de luz
Las plantas autoflorecientes florecerán automáticamente en cualquier ciclo de luz/oscuridad y eso significa que no es necesario cambiar el ciclo para iniciar el proceso de floración. Debes mantener un ciclo estable de 18/6 o 20/4 durante toda su vida útil. Algunos cultivadores les dan 24 horas de luz desde el principio hasta la cosecha, pero no se recomienda porque las plantas necesitan un poco de descanso y tiempo para recuperarse, como todos nosotros.
Dale ¼ o ½ de fertilizante
Las plantas autoflorecientes tienen una masa radicular mucho más pequeña que las plantas fotosensibles normales, lo que significa que un exceso de nutrientes pueden quemarlas fácilmente. Se recomienda darles una cantidad reducida de fertilizantes. Por ejemplo, si la tabla de nutrientes recomienda 5 ml / litro, comienza con 2,5 ml o 1,25 ml (1/2 o 1/4 de concentración) y observa cómo responde la planta. Algunas autoflorecientes, como la Gorilla Auto por ejemplo, son voraces y requieren una dosis más fuerte, pero asegúrate de comenzar con grandes dosis solo después de experimentar con las más pequeñas.
No regar en exceso
Las plantas autoflorecientes, que tienen su origen en la especie Ruderalis, crecen en su estado silvestre en climas más duros y no reciben mucha lluvia durante su vida. Y eso ha dado lugar a que las plantas de cannabis autoflorecientes no requieran mucha irrigación. Usa de agua aproximadamente del 5% al 10% del volumen de la maceta y riega esperando a que el sustrato se seque entre riego y riego.
Ajusta los niveles de pH
Las plantas autoflorecientes crecen mejor en un rango de pH que va de 6.2 a 6.8 para vegetativo y de 6.5 a 7 como rango de floración, cuando crecen en sustrato; y de 5.8 a 6.2 para vegetativo y 5.5 a 6.5 para floración cuando se cultivan hidropónicamente. Por supuesto, se pueden obtener buenos cultivos incluso con mediciones de pH un poco más bajas o un poco más altas.
Atento a la temperatura
Las autoflorecientes crecen mejor en temperaturas que van de los 23º C a 28ª C en sus etapas de crecimiento vegetativo; y de 22º C a 26º C para su fase de floración. Pero, nuevamente, las variaciones leves a ambos lados de estos rangos no serán tan importantes y no matarán a las plantas.
Lavado de raíces al final
Si quieres que tus cogollos tengan un buen sabor, debes hacer un lavado de raíces aproximadamente una semana antes de cosechar y solo darles agua sin nutrientes en esta etapa. Debes dar más agua de lo normal, hasta que la veas salir por los agujeros de drenaje; y, con este proceso, eliminar todos los nutrientes acumulados en las raíces procedentes del medio de cultivo. ¡Tu cosecha te lo agradecerá!