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Cómo detectar y prevenir el marchitamiento fúngico (Damping-off)

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El “damping-off”, o marchitamiento fúngico, es una enfermedad común de las plantas que afecta a semillas recién germinadas, plántulas y esquejes. Esta enfermedad aparece muy temprano en la vida de las plantas de marihuana, por lo que no pueden recuperarse. Aprende las causas del damping-off, así como a detectarlo y prevenirlo en el futuro.

Ya has recibido tus semillas y estás deseando empezar un nuevo cultivo. Tras sembrar la semilla en una maceta o en jiffys, observas con ilusión como cobra vida. La semilla rompe su cáscara y empieza a abrirse camino hacia la luz. Contemplas como la pequeña plántula despliega su primer par de hojitas. Por el momento, todo va bien. Unos días más tarde, cuando echas un vistazo a tu nueva amiga verde, descubres que se ha marchitado y desmoronado. Intentas revivirla frenéticamente, puede que incluso regándola aún más o administrando algunos “fertilizantes especiales”, pero sin éxito. Inesperadamente, tu plántula ha muerto y te quedas desconcertado. ¿Cómo ha podido pasar esto?

¿Qué es el Damping-Off?

El damping-off, o marchitamiento fúngico, es una enfermedad común que puede afectar a semillas en germinación, plántulas o esquejes. Puede estar causado por varios tipos de hongos, como Pythium, Botrytis y Fusarium. El más común es el Pythium. Aunque los hongos sean la causa principal del damping-off, esta enfermedad suele ser el resultado de varios factores condicionantes.

En ocasiones, los hongos ya están presentes en el medio o sustrato de cultivo que usas para germinar. Esto puede ocurrir cuando el sustrato no está esterilizado.

El segundo posible factor es que el sustrato haya estado mojado demasiado tiempo, probablemente por exceso de riego o debido a un mal drenaje.

Y por último, otro factor que puede contribuir al marchitamiento fúngico es un exceso de humedad en el ambiente de cultivo, lo cual suele estar ligado a una ventilación inadecuada.

Cada uno de estos factores, por sí solos o combinados, aumentan el riesgo de sufrir damping-off. Cuando las condiciones son óptimas para el crecimiento de los hongos, la enfermedad suele atacar a las plantas por la parte inferior del tallo, justo encima de la tierra o sustrato. El hongo debilita el tallo, corta la circulación de fluidos de la plántula y finalmente la mata.

Síntomas del Damping-Off

Desafortunadamente, el damping-off puede suceder con mucha rapidez. En muchas ocasiones, una plántula puede pasar de estar sana a caer muerta en tan solo un día. Cuando esto sucede, es demasiado tarde para actuar, ya que el hongo ha infectado la planta y no hay ninguna forma de recuperarla. Pero aun así, puedes aprender a detectar los síntomas del damping-off para poder prevenirlo en el futuro.

Uno de los síntomas del marchitamiento fúngico es la aparición de puntitos blancos en la parte más baja del tallo, justo por encima del nivel del suelo. En esta misma zona, el tallo tendrá un aspecto flaco y débil, con un color más oscuro. Si observas estas señales y la planta aún sigue erguida, su caída es cuestión de horas.

Consejo: las moscas del mantillo, un tipo de mosquita pequeña y oscura, suelen aparecer cuando los niveles de humedad son demasiado elevados. No te preocupes demasiado por deshacerte de los mosquitos. Considéralos como una señal de que hay algún problema con el nivel de humedad del medio de cultivo. Los mosquitos desaparecerán por sí solos cuando el nivel de humedad del suelo vuelva a la normalidad.

Cómo detener el Damping-Off

Cuando un plantón ya ha sido derribado por el marchitamiento fúngico, ya no hay nada que puedas hacer por él. Lo mejor que puedes hacer es eliminar rápidamente la plántula afectada, junto con su maceta o turba, para evitar que la enfermedad se disperse por el resto de plántulas.

Cuando una plántula ya ha muerto debido al marchitamiento, es bastante probable que el resto de tus plántulas también estén afectadas, aunque todavía sigan erguidas. Una medida de emergencia que puedes intentar para evitar que el hongo se disperse es aplicar peróxido de hidrógeno. Esparce 1ml (20 gotas) de peróxido de hidrógeno, con un 3% de potencia, sobre la tierra de cada una de tus plántulas. El peróxido matará los hongos. Obviamente, esto no garantiza que tus plantitas se salven, especialmente si la enfermedad ya está muy avanzada. Así que lo más importante es que sepas cómo evitarla en el futuro.

Cómo prevenir el Damping-Off

1. EVITAR EL EXCESO DE HUMEDAD

El exceso de agua por regar demasiado, o la humedad elevada, suelen ser los culpables del marchitamiento fúngico. Echa un vistazo a tu sustrato con frecuencia para ver si los niveles de humedad son correctos. Evita regar demasiado a menudo y asegúrate de que las macetas o recipientes de plástico permitan un drenaje fácil y rápido. Si usas un invernadero o armario de cultivo con una cubierta para esquejes, procura que tenga un ventilador encima para una aireación adecuada. Si no tienes ventilador, retira la cubierta frecuentemente. Ten siempre en cuenta que los ambientes cálidos y húmedos aumentan el riesgo de sufrir hongos o damping-off.

2. USAR UN MEDIO ESTERILIZADO PARA LA GERMINACIÓN

Para germinar las semillas, utiliza únicamente medios esterilizados. Los que mejor funcionan son los jiffys, la lana de roca o la perlita. No uses tierra de fuentes dudosas, no reutilices mezclas de tierra ya usada y no siembres en la tierra natural.

3. USAR MACETAS Y UTENSILIOS LIMPIOS

Usa únicamente macetas y utensilios limpios. Si quieres reutilizar las macetas, puedes eliminar cualquier posible patógeno dañino limpiando las macetas y utensilios con agua y lavandina.

4. NO APLICAR FERTILIZANTES NI TÉS SOBRE LAS PLÁNTULAS Y CONTROLAR EL PH

Durante la primeras dos semanas, no apliques fertilizantes ni tés a tus plantones. Si se aportan nutrientes en las fases tempranas de la vida de la planta, se puede promover el crecimiento de patógenos nocivos y prevenir la formación de raíces sanas en las plántulas. Únicamente deberías empezar a fertilizarlas cuando han formado el primer par de hojas verdaderas. Incluso entonces, comienza con una dosis suave de fertilizante. Además, debes asegurar que el agua tenga el nivel de pH adecuado. Un medidor de pH simplificará mucho este proceso.

5. NO USAR CÚPULAS DE HUMEDAD PARA LA GERMINACIÓN

La idea de que es necesario cubrir las semillas durante la germinación es un mito que nunca muere. No uses domos de humedad para germinar las semillas; úsalos exclusivamente cuando plantes esquejes. Y en este caso, renueva el aire a diario y evita la acumulación de humedad.

Ahora que ya conoces las causas del damping-off, en el futuro podrás actuar con confianza para prevenir que se extienda por tus preciadas plantitas.

Fuente Royal Queen Seeds

5 COMENTARIOS

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