Alejado de la vida política, el ex diputado tucumano Facundo Garretón encontró una nueva ocupación: cultivará plantas de cannabis. El negocio detrás de la planta milenaria que seduce a varios dirigentes macristas.
En diciembre pasado, al vencerse su período como diputado nacional, Facundo Garretón usó su cuenta de Twitter para anunciar su nuevo status: “Desde hoy desempleado, escucho propuestas”. Con la contundente derrota electoral a nivel nacional del macrismo y sin dar muestras de querer conformar una fuerza opositora, su futuro se vislumbraba alejado de la política. A comienzos de este año, Garretón lo confirmó al mostrarse entusiasmado con un emprendimiento que lo ubica lejos de Tucumán y en un rubro insospechado: el cultivo de marihuana; una industria pujante sin chimeneas, pero con mucho humo. Y promesa de buenos dividendos.
“Con un gran equipo de personas estamos construyendo una empresa de cannabis medicinal que tiene como pilares fundamentales el cuidado del medio ambiente, el impacto social y la investigación médica, además también aplicaremos última tecnología para monitoreo y trazabilidad”, anunció desde Uruguay el 31 de diciembre con un posteo en su cuenta de Facebook donde contó que su nuevo emprendimiento trabajará con granjas familiares en el interior del país charrúa para producir cannabis de forma natural y orgánica. En las fotos, se lo puede ver sonriente en una finca con plantas de marihuana de fondo.
En una publicación anterior, el ex diputado explicó las razones por las cuáles decidió volcarse a esta industria a la que avizora en plena expansión: “En esta etapa decidí invertir en Cannabis Medicinal debido a varios factores, esta industria me hace acordar a la época de las punto com en el año 98 o 99, donde todos querían invertir en este tipo de empresas, pero sin entender del negocio, aunque sabiendo que la oportunidad era grande. Con la industria del Cannabis pasa algo similar, a nivel mundial viene creciendo muy rápido, sobre todo a nivel medicinal, recreativo e industrial, aunque pocos saben dónde está el mayor negocio futuro”. Con este negocio en crecimiento como horizonte, Garretón se instaló en Uruguay para invertir en el cultivo de cannabis. Vale recordar que el país vecino cuenta con una legislación que permite no sólo el consumo medicinal y recreativo de marihuana, sino también su cultivo, tanto de manera hogareña como industrial.
Panorama nacional
En nuestro país el cultivo de marihuana para cualquier tipo de uso se encuentra penado por la ley de drogas vigente y tampoco está contemplado en la ley 27350, reglamentada en el país en septiembre de 2017, que habilita el uso del cannabis con fines medicinales, pero no autoriza el autocultivo. Actualmente, en Argentina aquellos que cultivan sus propias plantas pueden ir hasta 15 años presos. Sin embargo, durante la anterior gestión de gobierno, hubo algunos avances en la materia. Estos avances no se tradujeron en una mejor legislación que permita a los usuarios medicinales cultivar su propia medicina para no verse obligados a importar de otros países aceites que tienen un alto costo en dólares. Tampoco para aquellos usuarios que consumen marihuana de manera recreativa. Se trató de medidas tendientes a la explotación comercial de la planta. El caso emblemático fue la autorización del Estado nacional a la empresa de Gastón Morales, hijo del gobernador de Jujuy, el macrista Gerardo Morales, para cultivar marihuana en la finca de la localidad jujeña de El Pongo. A comienzos de 2019, se habilitó a la empresa Cannabis Avatara, una sociedad creada por el estado provincial y que tiene como presidente a Gastón Morales. El financiamiento es de una compañía estadounidense, Players Networks, controlante de Green Leaf Farms Holdins, que lleva alrededor de siete años en el rubro.
También hubo algunos avances en materia de investigación del cannabis en el país. Sin ir más lejos el año pasado, acá en Tucumán, el municipio de Yerba Buena que tiene como intendente a Mariano Campero, también representante del macrismo local, firmó un acuerdo con la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo (IML) y el CONICET para realizar el estudio del cannabis medicinal. Sin embargo, no se habrían producido mayores avances en la instalación de estos cultivos en Yerba Buena por la dificultad que encontraron los científicos para acceder de manera legal a las semillas.
Con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia de la Nación, se avivaron las esperanzas de una nueva legislación que despenalice el uso y cultivo del cannabis en el país. En junio del año pasado, cuando era candidato presidencial, Fernández declaró: “La solución no es andar persiguiendo a los que se fuman un porro. Persiguiendo como perseguimos sólo generamos un mercado negro que es perfecto para los grandes delincuentes del narcotráfico y le arruina la vida al pequeño consumidor, que ha decidido intoxicarse, como el fumador de tabaco, que lo hace cotidianamente”.
El gobierno nacional trabaja desde los primeros días de su asunción en un proyecto de regulación que contemple, de base, la despenalización de la tenencia de cannabis para consumo personal y del autocultivo, también para uso privado. De acuerdo con la publicación, la idea de Fernández y de la Ministra de Seguridad Sabina Frederic es diseñar un proyecto de ley para que sea debatido cuanto antes por el Congreso. Esta nueva regulación establecería una cantidad máxima de posesión de marihuana para consumo personal en adultos mayores a 18 o 21 años y lo mismo con las plantas, aspecto en el que todavía se debaten si apuntar a metros cuadrados cultivados o a cantidad de plantas. Esta última opción es por la que se inclinan casi todos los modelos de regulación del mundo y se explica porque no todas las plantas dan flores, solo las hembras.
Así las cosas, desde Uruguay, Facundo Garretón busca sumarse a la ola verde con su nuevo emprendimiento. De hecho, como lo anunció con una publicación en su cuenta de Facebook, vislumbra a la provincia como uno de los lugares para producir esta planta milenaria en el país, eso sí siempre en terreno amigo: “Regular el Cannabis puede ser una de las oportunidades más grandes en los últimos años para Tucumán. Diversificar la matriz productiva e ir más allá de la caña de azúcar y del limón puede ser clave para la provincia. Tucumán tiene el clima, el suelo y la luminosidad ideal para producir Cannabis, podría dar valor agregado haciendo aceites, como también hacer cáñamo industrial y textiles, esto generaría mucha mano de obra a distintos niveles. Es importante que la provincia avance en apoyar diversas iniciativas para producir Cannabis, además que mejor lugar que Cannabis Made in Yerba Buena.
Fuente: El Tucumano