Los microorganismos son organismos diminutos imperceptibles por el ojo humano. Su función es vital en nuestros cultivos. En esta nota te explicaremos su importancia en el proceso.
Función y mecanismos de acción de los microorganismos benéficos.
La aplicación de microorganismos en el suelo
estimula la vida en nuestro sustrato, logrando así un mejor estado de este para
el desarrollo de nuestra planta de una forma óptima.
Los mismos, controlan diferentes parámetros como el pH del medio, la
disponibilidad de nutrientes en complejos más asimilables, o la retención de
líquido; pero no tanto como cuando se combina y se forma una colonia de
microorganismos simbióticos con varias especies.
Cuando se añade al suelo un único tipo de microorganismo, por más que lo
hagamos en grandes cantidades, su efecto es limitado debido a que la interacción
con el resto de los ya presentes en el ecosistema, reduce su número rápidamente,
(esto es lo que pasa cuando realizamos riegos con Micorrizas y luego regamos
esas colonias ya formadas con Trichodermas). Los efectos son mucho más eficaces
y duraderos, en cambio, cuando se aplica un cultivo mixto compuesto por muchas
especies capaces de interactuar entre sí manteniendo un equilibrio.
El suelo contiene numerosas especies de hongos, bacterias, levaduras y algas. Los microorganismos del suelo se encargan de procesar la materia orgánica en nuestros sustratos o fertilizantes de 4 formas diferentes, por ejemplo:
- Fermentación: es un proceso anaeróbico (sin aire): por el que algunos microorganismos como las levaduras o los lactobacilos transforman carbohidratos complejos en compuestos orgánicos simples que las plantas pueden absorber directamente. La mayoría de los fertilizantes orgánicos líquidos se obtienen por fermentación anaeróbica de la materia orgánica, y se suele estimular añadiendo azúcar o melaza para favorecer la actividad de las levaduras.
- Descomposición aeróbica (con aire): consiste en la oxidación completa de un sustrato por parte de microorganismos. Es un proceso que libera mucha más energía en forma de calor y gas que la fermentación anaeróbica, por lo que el producto final de la descomposición ha perdido buena parte de sus nutrientes, algo que sucede en menor medida con la fermentación. El compost es un fertilizante obtenido por medio de una descomposición aeróbica de la materia orgánica. Esto sirve si se aprovecha la energía liberada en forma de calor para esterilizarlo, eliminando huevos de insectos y patógenos pero sacrificamos buena parte de los nutrientes que se pierden en forma de calor y CO2. (Existe otra forma de compost anaeróbico: el Bokashi)
- Génesis o síntesis: son organismos aeróbicos que crean su propia energía metabólica, algunos fijan el nitrógeno del aire (Azotobacter, Rhizobium) o el dióxido de carbono por medio de la fotosíntesis (Cianobacterias y Microalgas).
- Putrefacción: es una descomposición anaeróbica incompleta de las proteínas, la cual resulta negativa para todos los organismos aeróbicos y de síntesis da como resultado la producción de compuestos malolientes y tóxicos para las plantas, como amoniacos, alcoholes, vinagres, etc.
De estas cuatro actividades, la putrefacción es la que más problemas da al cultivador, suele darse principalmente en suelos compactados ya que se ve favorecida por condiciones de baja oxigenación, pero se pueden combatir sus efectos perjudiciales añadiendo lactobacilos al suelo, tienen la propiedad de metabolizar estos compuestos tóxicos y de mal olor.
Recolección de microorganismos eficientes nativos (MEN)
Una técnica muy interesante consiste en obtener microorganismos eficientes nativos para aplicarlos en las plantas. Estas especies de microorganismos del suelo están adaptadas al clima local y el cultivador puede aprovecharlas trasladándolas a sus plantas.
Los microorganismos se capturan con la ayuda del arroz cocido al dente, un carbohidrato fácilmente asimilable. En un recipiente amplio y de poca altura se introduce arroz cocido hasta formar una capa de un par de centímetros de profundidad y se cubre con una malla o tela o papel poroso de forma que se pueda enterrar sin que se llene de tierra.
Obtendremos una mayor biodiversidad en zonas silvestres y alejadas del circuito urbano. Lo mejor es ir al bosque y buscar un árbol grande y viejo en cuya base se haya formado una capa de humus. Cavamos un hoyo y depositamos el recipiente con arroz en su interior. Lo cubrimos con tierra para que no atraiga animales y lo dejamos de 4 a 10 días, pocos en tiempo cálido y más si las temperaturas son bajas. Transcurrido este tiempo veremos que el arroz muestra distintos tipos de colonias causadas por microorganismos.
Luego de obtenerlos, llega el momento de alimentar los microorganismos para que se reproduzcan. Para ello añadimos melazas o azúcar de mascabo hasta formar una masa ya que el azúcar toma la humedad de nuestro arroz.
Una semana después, el inóculo de microorganismos eficientes nativos está listo. Si lo vamos a usar inmediatamente solo hay que diluirlo en veinte partes de agua para obtener nuestros MAB (microorganismos activos benéficos).
Si, por el contrario, deseamos conservarlo a largo plazo hay que mezclarlo con azúcar o melaza a partes iguales y guardarlo, de ser posible, en la nevera. Cuando deseemos emplearlo, disolvemos una parte de inóculo en veinte de agua y le damos 24h para su activación.
En caso que este proceso sea un poco complejo, en el mercado hay muy pocos productos de estas características que podés encontrar.
Una de las marcas que se destaca por esta composición es Tree Mix, ya que los reproduce en un ambiente controlado en el que se garantiza obtener siempre una respuesta estandarizada. A simple vista se pueden observar los micelios, dando garantía de calidad.
Importante: si vas a utilizar microorganismos en tu cultivo, es sumamente importante que riegues con agua sin cloro y los conserves en heladera, especialmente cuando la temperatura ambiente supere los 20 grados Celcius.
Soy The Green Nursery.
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