Aunque parezca mentira, todavía hay países en el mundo en los que la posesión de cannabis puede significar una sentencia jurídica de pena de muerte.
Es difícil creer que alguien pueda juzgar tan duramente esta extraordinaria planta; pero así es. Si eres un trotamundos amante del cannabis, deberás tener en cuenta los castigos exagerados de la siguiente lista.
China
Curiosamente, a pesar de tener una larga historia de consumo de cannabis, en la actualidad la marihuana sigue siendo ilegal en China. En grandes ciudades como Shanghai, podría ser fácil encontrar algo para fumar, pero lo mejor es que los extranjeros permanezcan alejados de la hierba.
No te condenarán a muerte por llevar encima una cantidad personal, pero te deportarán.
Ser sorprendido traficando con cantidades comerciales es otra cosa, y sí que podría resultar en la pena capital. Las ejecuciones públicas se usan como una estricta disuasión contra el tráfico de drogas en China.
Egipto
Egipto, donde el cannabis es ilegal desde 1877, fue uno de los primeros países en prohibir la marihuana.
Aunque según un informe de hace algunos años de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Egipto ocupa el 25º lugar en consumo anual de cannabis y hachís a nivel mundial, se aplican sanciones muy duras.
El cannabis es ilegal y está prohibido, aunque su consumo sigue estando muy extendido en Egipto. Pero, como extranjero, deberás tener mucho cuidado con la hierba, ya que un ciudadano británico fue ejecutado en 2013 por intentar sacar de Egipto 3 toneladas de hachís.
Puede que este sea un caso extremo, porque la mayoría de nosotros ni siquiera nos plantearíamos traficar, pero todo tipo de posesión puede acarrear serios problemas en Egipto.
Singapur
Singapur también fue uno de los primeros países en prohibir el cannabis. Todavía tiene algunas de las leyes más duras en lo que respecta a la marihuana. Prohibida desde principios del siglo XIX, el cannabis y el sistema judicial de Singapur no se llevan muy bien.
Por fumar un porro, puedes acabar en la cárcel durante 10 años, o tener que pagar una multa de 20.000$, o ambas cosas. Las grandes cantidades de cannabis se consideran tráfico de drogas, y pueden estar castigadas con la pena de muerte.
Malasia
Desde 1952, cuando entró en vigor la Ley de Drogas Peligrosas, Malasia aplica la pena capital a aquellas personas sorprendidas con suficientes drogas (por peso) como para quebrantar esta ley.
Las sanciones pueden ir desde castigos físicos en forma de azotes a largas sentencias de prisión.
Una cantidad de cogollo suficiente para el consumo personal de cualquier fumeta habitual, podría resultar en una pena de cárcel de hasta 5 años. Ser pillado en posesión de 200 gramos de hierba o resina, conlleva una pena de muerte por ahorcamiento.
En el 2016, el tribunal supremo de Malasia en Kuala Lumpur envió a un hombre a la horca por traficar con 9,73kg de marihuana. Es un peligro muy real, y hay que respetar unas normas muy estrictas para poder visitar este hermoso país.
De acuerdo con la LEY DE DROGAS PELIGROSAS de 1952, la pena de muerte es el castigo más alto que puede recibir, siempre y cuando se encuentre con una cantidad suficiente de cualquiera de las drogas contenidas en el acto.
Myanmar – Birmania
En muchos países del sudeste asiático puede esperar las peores leyes sobre drogas del planeta. Birmania es uno de ellos. Un vendedor de verduras llamado Nur Alam Mohd Hussain, se enfrentó a un juicio por posesión de poco más de dos kilos de marihuana. Recibió la pena de muerte. Este hombre dijo que estaba haciendo una entrega para otra persona cuando la policía lo arrestó en una gasolinera. Afirmó que creía que los sobres que se le entregaban contenían piezas robadas de automóviles. Pero se le respondió que debería haber podido oler los dos kilos de marihuana. Finalmente fue ejecutado.
Filipinas
Filipinas es, con mucho, el último lugar donde te gustaría ser atrapado con cannabis. Si la policía simplemente sospecha que usted está involucrado con el uso o la distribución de esta sustancia, probablemente lo matarán sin un juicio previo. El presidente Rodrigo Duterte apoyó públicamente el asesinato de presuntos usuarios y vendedores de drogas. Alrededor de 12.000 personas murieron desde que el presidente comenzó su guerra personal contra las drogas.
Para mucha gente esto no supone ninguna sorpresa, ya que el propio Duterte tiene fama de ser un hombre violento, que afirma haber matado al menos a 3 personas él mismo en el pasado.
Sin embargo, la marihuana no es el principal problema del gobierno filipino, ya que el 95% de las detenciones relacionadas con drogas afectan a los consumidores de shabu. “Shabu” es una palabra local para referirse a la metanfetamina, una droga muy extendida entre las clases más pobres.
A pesar de que el propio presidente Duterte está a favor de la marihuana con fines medicinales, cualquier tipo de posesión y otros delitos relacionados con el cannabis son duramente castigados.
Que te encuentren en posesión de marihuana en Filipinas no es ninguna broma, ya que incluso por una pequeña cantidad puedes recibir multas enormes y hasta acabar en la cárcel durante un buen tiempo. En otras palabras: simplemente no lo hagas.
Arabia Saudita
Arabia Saudita tiene algunas de las peores leyes de drogas. Puedes ser asesinado públicamente por posesión de cannabis. Especialmente si eres atrapado por la Mutawa, la “policía moral”.
Dos jóvenes yemeníes fueron asesinados por contrabando de hachís al país (Las autoridades consideran al hachís una droga dura). Fueron decapitados por su crimen y el país tiene un importante historial de ejecuciones de personas por delitos relacionados con las drogas. No te recomendamos que vayas allí si quieres disfrutar del cannabis. No recomendaría “jugar” con drogas en Arabia Saudita.
Indonesia
La historia de la australiana Schapelle Corby es capaz de helarte la sangre lo suficiente como para dejar de fumar una temporada si vas a visitar Indonesia.
Culpable o no, circunstancias sospechosas o no, el caso es que se libró de la pena de muerte por poco al estar en posesión de cannabis cuando entraba a Bali.
Tras 9 años horribles en una cárcel indonesia (de una condena de 20), regresó a casa con el espíritu destrozado. No dejes que esto te ocurra a ti.
Fuentes: Cannabis Ground / Canna Connection