La Big Bud no se llama así por casualidad; esta famosa variedad índica dominante (85%) lleva complaciendo a los cultivadores con sus gigantescos cogollos desde su creación hace décadas. Desde entonces nunca ha dejado de ofrecerles sus monstruosas cosechas. Sus enormes flores tienen un bonito color verde intenso y una estructura compacta, lo que hace que sea una variedad favorita entre los cultivadores de interior, además del hecho de que estos brutales cogollos son más fáciles de manicurar que muchos otros.
A tener en cuenta
Sus estelares raíces Skunk y afganas, razón de su generosa producción, son también el motivo por el que la Big Bud presenta una resistencia extraordinaria y un vigor impresionante. Se recomienda vigilarla durante la floración, ya que puede estirarse mucho. Otro aspecto importante, para el que también conviene estar preparado, es su pesada carga, que puede necesitar un soporte especial, o de lo contrario podría doblar las ramas con su peso. Su breve período de floración de 50-65 días contribuye a hacer de esta variedad una de las más productivas que existen.
Si bien su gigantesca producción ha hecho que la Big Bud sea una de las variedades preferidas por los cultivadores de interior, esta planta no sacrifica ningún aspecto, y genera un verdadero producto de primera en lo que respecta a potencia y sabor.
Cosechar la Big Bud
Cuando cosechas la Big Bud, no sólo obtienes cantidades muy grandes de cogollo índica de calidad. Y es que además estas relucientes flores rebosan de resina y tienen un intenso aroma a hachís dulce, que hará que se te haga la boca agua incluso antes de fumarla. Su relajante colocón físico es fuerte y duradero, ideal para consumir por la tarde-noche y olvidarse de las preocupaciones del día con una sola calada.
La Big Bud, con su alucinante producción de cogollos índica de la mejor calidad, es una excelente variedad que satisface a todos, desde los entendidos del cannabis a los cultivadores que buscan buenos resultados.
Fuente Canna Connection