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Hindu Kush: Un clásico milenario

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Si alguna vez has probado la Hindu Kush, básicamente te fumaste un a parte de la historia. La Hindu Kush es una de las cepas más antiguas que nuestros antepasados consumieron a lo largo de la historia y que se ha conservado hasta nuestros días.

La Hindu Kush recibe el nombre de la cordillera montañosa que separa Pakistán y Afganistán, su lugar de origen. Aunque se trata de una variedad índica pura, años de retrocruzamiento han resultado en unos genes muy estables y fáciles de cultivar, que brillarán tanto en plantaciones de interior como de exterior.

Aroma, sabor y efectos de la Hindu Kush

La Hindu Kush es una potente cepa que presenta todas las cualidades índicas que puedas desear. Con sólo una primera pitada, recibirás una estupenda sensación de relajación. Las moderadas cantidades de CBD fluyen por tu cuerpo, dejando cada centímetro de él con un poderoso efecto físico. El THC, que en la Hindu Kush puede llegar a superar el 20%, podría retrasarse un instante mientras llega a los receptores CB1, pero cuando lo haga, te enterarás.

El efecto se describe como pesado, y puede provocar una reacción gravitacional entre tu cabeza y tu almohada. Uno de los efectos más beneficiosos de la Hindu Kush es que esa relajación corporal total viene acompañada de un alivio inmediato de todos los dolores o molestias que hayas podido sentir a lo largo del día.

Los sabores afrutados y casi dulces de la Hindu Kush van de la mano de las sensaciones relajantes y eufóricas que experimentarás desde la primera pitada. La Hindu Kush también es conocida por despertar tu creatividad. Artistas y músicos disfrutarán con ella por su capacidad para transportar al consumidor a otras dimensiones del pensamiento, casi desconectando la mente del cuerpo.

Sin embargo, tus reacciones corporales no pasarán desapercibidas cuando el pelo de tus brazos se ponga de punta gracias al cosquilleo que recibirás debajo de la piel. No se trata de una variedad que debieras consumir si te dispones a salir de aventura o jugar al fútbol con tus amigos. Lo más probable es que quieras quedarte tirado en el sillón, viendo la tele y engullendo una bolsa de papas fritas.

La Hindu Kush también es ideal para estimular el apetito, para quienes tienen problemas de alimentación. A menudo, los pacientes que experimentan los efectos secundarios de sus tratamientos de cáncer, recurren a la marihuana para aliviar esos síntomas.

Aunque el tema sigue generando debate, quienes han optado por tratar estos problemas con variedades índica como la Hindu Kush declaran que con sólo unas pitadas son capaces de volver a comer y llevar una vida más normal, dentro de lo que cabría esperar. Entre su increíble sabor, la tremenda relajación y esa inyección de creatividad, la Hindu Kush tiene reservada una merecida posición de honor entre las mejores cepas de cannabis del mundo.

Cómo cultivar Hindu Kush

La Hindu Kush también tiene reputación de ser una variedad apta para principiantes. Tolera bien las variaciones de temperatura y de condiciones climatológicas, así que no te provocará grandes problemas. De media, la Hindu Kush alcanzará una altura de metro a metro y medio, y puede producir hasta 400 gramos por ejemplar.

La Hindu Kush se comporta bien usando el método de cultivo SoG. El Sea of Green desencadena la floración al terminar la etapa de vegetación prematuramente, tras apenas una o dos semanas. Así se conseguirán plantas de Hindu Kush con una altura manejable. Juntando las macetas tendrás un bosque de colas gruesas y maximizarás tu cosecha.

La Hindu Kush es famosa también por su producción de resina. Se cree que muchas de las primeras variedades de hachís se elaboraron a partir de la Hindu Kush y de genéticas similares. El resultado es un cogollo muy pegajoso y compacto, que se acumularán alrededor del tallo central formando una gran cola.

Los cogollos suelen tener un color verde oscuro y están cubiertos de grandes cristales, que se extienden por sus «hojas de azúcar». Tu espacio de cultivo tendrá un cierto olor a humedad, con un extraño fondo dulce. Muchos comparan el aroma de la Hindu Kush con el picante o el olor a bosque de pino mojado.

Si sos nuevo en esto del cultivo de cannabis y tenes miedo de arruinarlo, no te preocupes. La Hindu Kush no sólo es capaz de desarrollarse en entornos poco favorables, incluso puede sobrevivir a niveles de pH fuera del rango ideal. En lo que respecta a la fertilización, como casi cualquier otra variedad, la Hindu Kush debería entrar en la etapa vegetativa con una mezcla que resulte en una EC en torno a 2,3.

A medida que la planta pasa a la etapa de floración, deberías ajustar este valor si fuese necesario. Mantener los niveles de fertilizante en tus plantas y vigilar la aparición de plagas. Deberías poder relajarte con tu rico material en aproximadamente ocho semanas.

Hindu Kush en concursos

Además de ser una de las cepas más antiguas que se conocen, y siendo especialmente dócil para los cultivadores, ha sido premiada en numerosas competiciones cannábicas a lo largo de los años.

Uno de los primeros criadores en llevar a la Hindu Kush a la fama y a la victoria fue Sensi Seeds, que se llevó el primer puesto en la Copa de Asturias de 2006.

Desde entonces, multitud de fenotipos de la Hindu Kush han sido galardonados en concursos y se siguen utilizando para la creación de nuevas cepas por todo el mundo.

Fuente Canna Connection